El vídeo se ha consolidado durante 2017 como una de las herramientas más eficientes del marketing digital para comunicar contenido, y todo indica que 2018 seguirá reforzando esta tendencia. Las estrategias de comunicación no pierden ojo a los datos que muestran las estadísticas.
Vídeos online
La visualización de vídeos online ha experimentado en el último año un incremento del 20%, según recoge el estudio Online Video Forecast 2017, elaborado por la Agencia Zenith. Dedicamos una media de 47,4 minutos al día a ver vídeos online. Su consumo representa ya el 84% del tráfico en Internet.
Las redes sociales han tomado buena nota y cada vez ofrecen mayores facilidades a usuarios y marcas para la creación y difusión de videos. Solo en YouTube se suben más de 300 horas de video cada minuto. De media, cada día se ven 100 millones de horas de video en redes sociales.
Según recoge el informe difundido por Zenith, Facebook se ha posicionado en muchos mercados como el segundo gran proveedor de contenido a través de video, por detrás de YouTube. Twitter e Instagram también están contribuyendo en gran medida a engordar la relevancia de los contenidos audiovisuales en la red.
Vídeo en dispositivos móviles
Otro aspecto a tener en cuenta es que la visualización de videos se está incrementando en los dispositivos móviles más que a los fijos. En 2017, el consumo de videos a través de smartphones o tablets alcanzará los 28,8 minutos por día, mientras que en ordenadores de sobremesa, portátiles o smart TVs va a situarse en 18,6 minutos/día.
Las previsiones apuntan a que el consumo de video en dispositivos móviles aumentará un 25% en 2018, y un 29% en 2019. Principalmente porque
1.- la gráfica de expansión de los smartphones va en aumento (el móvil alcanza una penetración del 80-90% en los países más avanzados);
2.- las constantes mejoras en la calidad de las pantallas;
y 3.- el incremento de la velocidad de conexión de datos móviles.
El video reina. Los usuarios/consumidores han encontrado en este formato una fuente excelente de contenido. Las marcas y sus estrategias de comunicación apuntan en esa dirección.